Con el estreno de "Miranda, de viernes a lunes" de María Victoria Menis dio inicio "La Mujer y el Cine"

En Miranda, de viernes a lunes, María Victoria Menis nos presenta un retrato íntimo y visceral de una mujer enfrentándose a las olas de un cambio radical durante un fin de semana tumultuoso en el año 2016. La trama se sumerge en la vida de Miranda, una profesora de literatura y madre de dos hijas, cuya existencia se ve sacudida por una denuncia de abuso ocurrida en la escuela donde ejerce, desencadenando una secuencia de eventos que la llevan a cuestionar profundamente su propia identidad y su lugar en el mundo.

Interpretada con maestría por Inés Estévez, se nos presenta a una protagonista confrontando no solo el papel que desempeña la institución escolar ante las acusaciones, sino también los vínculos personales y los pilares de su vida familiar. La narrativa se desenvuelve bajo un prisma de nostalgia y autodescubrimiento, mientras Miranda reúne a su antigua banda de rock adolescente, se libera de las expectativas impuestas por sus hijas y se adentra en un viaje introspectivo para reconciliar su pasado con su presente.

El elenco, encabezado por talentos como Ricardo Merkin, Elvira Oneto, Diego de Paula, Laura Grandinetti y Luciana Grasso, complementa la interpretación de Estévez, brindando autenticidad a cada interacción. La dinámica entre los personajes, especialmente entre Miranda y su madre, interpretada por Oneto, está cargada de una tensión emocional que añade capas de complejidad al relato.

Uno de los logros más destacados de la película radica en su capacidad para capturar la esencia de una mujer en plena transformación, navegando por las aguas turbulentas de la culpa, el perdón y la búsqueda de redención. A través de un guion dinámico, con diálogos que fluyen y una dirección hábil, Menis teje una historia que resuena con la lucha por la igualdad y el empoderamiento femenino.

Miranda, de viernes a lunes no solo es una película sobre una mujer en crisis, sino también sobre la fuerza resiliente del espíritu humano y la capacidad de reinventarse a uno mismo en tiempos de adversidad. Es un recordatorio elocuente de que el viaje hacia la autenticidad y la autoaceptación es un proceso arduo y a menudo doloroso, pero también esencial para el crecimiento personal y la búsqueda de la verdad interior.

En un panorama cinematográfico saturado de narrativas convencionales, Miranda, de viernes a lunes se destaca como una obra singular que desafía las convenciones y celebra la complejidad de la experiencia humana. Es una película que nos recuerda que incluso en medio de la tormenta, siempre hay espacio para la esperanza y la renovación.

El cortometraje de animación El cuento de mi vida, basado en la autobiografía de María Elena Walsh y dirigido por Graciela García Romero, antecedió a Miranda, de viernes a lunes, marcando un momento significativo al llevar por primera vez la vida de la reconocida escritora al cine.

Durante su discurso inaugural, Annamaría Muchnik reflexionó sobre la trayectoria del festival a lo largo de los años, destacando el esfuerzo continuo por promover y estimular el cine realizado por mujeres. Sin embargo, también señaló los desafíos actuales que enfrenta la industria cinematográfica en el país, expresando su preocupación por las políticas gubernamentales que afectan negativamente al sector audiovisual.

Al finalizar, Muchnik expresó su gratitud hacia los patrocinadores privados y los espacios culturales que hacen posible la realización del festival, pero subrayó la importancia de continuar defendiendo y protegiendo el cine nacional en un contexto incierto.

La 36º edición de La Mujer y el Cine reafirma el compromiso de sus organizadores y colaboradores con la promoción de la diversidad y la igualdad en el ámbito cinematográfico, demostrando que, a pesar de los desafíos, el cine realizado por mujeres seguirá siendo una voz poderosa y relevante en la cultura contemporánea.