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Crítica de "Amor, mentiras y sangre'": Kristen Stewart en una oda a la originalidad

La cinematografía contemporánea a menudo se ve inmersa en una maraña de fórmulas probadas y enfoques convencionales. Sin embargo, de vez en cuando, aparece una película que desafía las expectativas, como un viento fresco en un día sofocante. "Amor, mentiras y sangre" (Love Lies Bleeding, 2024), de la directora Rose Glass, se presenta como un ejemplo vivaz de este fenómeno, fusionando géneros aparentemente dispares en un cóctel cinematográfico que es igualmente provocativo y estimulante.

miércoles 01 de mayo de 2024

El árido paisaje de Nuevo México en 1989 sirve como telón de fondo para una historia que se desarrolla entre los confines de un pequeño gimnasio y los oscuros callejones de una ciudad olvidada. Es aquí donde encontramos a Lou (Kristen Stewart), una figura enigmática cuya vida toma un giro inesperado con la llegada de Jackie (Katy O'Brian), una culturista ambiciosa con sueños de grandeza en Las Vegas.

En su ardiente búsqueda por el éxito como culturista, Jackie se embarca en un viaje hacia Las Vegas, donde se encuentra el escenario de sus sueños: una competición que podría cambiar su vida para siempre. Sin embargo, su destino toma un giro inesperado cuando su camino la lleva a través de un pintoresco pueblo en el corazón de Nuevo México.

Allí, Jackie cruza caminos con Lou, una mujer solitaria que gestiona el modesto gimnasio local. A primera vista, parecen ser polos opuestos: Jackie, con su determinación desbordante, y Lou, atrapada en las sombras de un legado familiar oscuro. Pero en medio de la tranquilidad aparente de este pueblo, surge una chispa entre ellas, una conexión que despierta un fuego ardiente en sus corazones.

Lo que comienza como un encuentro casual pronto se convierte en un apasionado romance, desafiando las fronteras impuestas por sus propias vidas. Sin embargo, el idilio de Jackie y Lou no pasa desapercibido en este pueblo donde los secretos y las lealtades se entrelazan en una red mortal. El padre de Lou, un temido traficante de armas con control absoluto sobre la ciudad, no tarda en sentir la amenaza que representa la relación de su hija.

Pronto, Jackie y Lou se encuentran atrapadas en una espiral de violencia y traición, mientras son arrastradas más y más profundamente en las maquinaciones de la familia de Lou. Con cada paso que dan juntas, se adentran más en un mundo donde la lealtad y la supervivencia se entrelazan en una danza mortal.

En medio de la oscuridad y el peligro, su amor se convierte en su única tabla de salvación, una luz brillante que les da fuerzas para enfrentar los desafíos que se interponen en su camino. Pero ¿será suficiente para superar las sombras del pasado y forjar un futuro juntas, o están condenadas a sucumbir ante las fuerzas que buscan separarlas? Lo que sigue es un vertiginoso torbellino de emociones, donde la pasión se entrelaza con la intriga y la violencia en una danza frenética. Es en esta amalgama entre lo erótico y lo inquietante donde radica la fuerza de la película, desafiando las convenciones del cine mainstream con su osadía y su honestidad desgarradora.

Uno de los logros más destacados de Amor, mentiras y sangre es su capacidad para subvertir las expectativas del espectador, llevándonos por un camino sinuoso lleno de giros y revelaciones inesperados. A medida que la historia avanza, nos encontramos atrapados en un torbellino de engaños, traiciones y redenciones, cada una más sorprendente que la anterior. Es un testimonio del ingenio narrativo de Glass, quien demuestra una habilidad magistral para mantenernos al borde de nuestros asientos, incluso cuando las apuestas parecen más altas que nunca.

En el corazón de la trama yace una poderosa declaración feminista, que se manifiesta a través de la complejidad y la humanidad de sus personajes. Lou y Jackie son mucho más que simples arquetipos; son seres multifacéticos cuyas acciones están moldeadas por sus deseos, sus miedos y sus aspiraciones. Es un recordatorio oportuno de que las mujeres en el cine merecen más que ser reducidas a meros objetos de deseo o instrumentos narrativos, sino que son capaces de ocupar el centro del escenario con tanta fuerza y ​​relevancia como sus contrapartes masculinas.

El elenco, encabezado por Kristen Stewart en uno de sus roles más convincentes hasta la fecha, brilla con una intensidad deslumbrante. Stewart trae una mezcla cautivadora de vulnerabilidad y determinación a su interpretación de Lou, mientras que Katy O'Brian irradia carisma y magnetismo como Jackie, la fuerza motriz detrás de gran parte del drama de la película. Complementando estos actos están Ed Harris y Jena Malone, quienes entregan actuaciones igualmente memorables en papeles de apoyo clave.

Amor, mentiras y sangre no solo cautiva con su deslumbrante estética visual y su envolvente banda sonora; es una experiencia sensorial que trasciende los sentidos, elevándose como un monumento al poder del cine para desafiar, inspirar y provocar. A través de una audaz mixtura de géneros y una penetrante exploración de temas universales, Rose Glass forja una película que no solo entretiene, sino que también alimenta la mente y el espíritu.

9.0
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