Salas
Crítica de “La plaga: Vermin”: la pesadilla francesa de terror que toda persona con aracnofobia debería evitar
El director Sébastien Vanicek nos presenta un evento terrorífico y opresivo que se desarrolla en un edificio con arañas de buen tamaño como protagonistas.
Kaleb, un hombre apasionado por los animales exóticos, un día trae a casa una araña muy particular y accidentalmente la deja escapar, desencadenando una invasión en su edificio que los llevará a pelear por su vida y la de sus amigos.
Si elaboráramos un ranking de los miedos más universales, es probable que la aracnofobia ocupará un lugar destacado entre las fobias más mencionadas por las personas. El temor hacia las arañas es una aversión común que trasciende fronteras, evocando una incomodidad casi universal con solo su mera presencia. Este miedo ha servido de inspiración para numerosas producciones audiovisuales, tanto contemporáneas como clásicas, siendo Aracnofobia (Arachnophobia, 1990) una de las más populares e icónicas.
La trama de La plaga: Vermin (Vermines, 2023) sigue a Kaleb, un coleccionista y amante de animales exóticos, cuya pasión por los seres vivos lo lleva a adquirir una araña inusual, sin percatarse de que desencadenará una serie de eventos que pondrán en peligro a sus vecinos y compañeros.
Durante la película, resonaron en mi mente recuerdos de REC (2007), una película española que comparte similitudes con Aracnofobia en cuanto a su escenografía, centrada en un edificio y sus habitantes. Sin embargo, son las arañas las verdaderas protagonistas, sorprendentemente representadas de manera convincente, evitando los típicos efectos visuales de baja calidad asociados con producciones de este género.
La dirección y la música complementan de manera efectiva la narrativa, creando una atmósfera de encierro y peligro inminente que contribuye al constante sentimiento de amenaza que la película busca transmitir. No obstante, el guión adolece de simplicidad y presenta varias incongruencias narrativas que desgastan gradualmente la experiencia del espectador, empañando el potencial de la película. A pesar de ello, conserva el atractivo del terror independiente, ofreciendo una frescura que cautiva a la audiencia.
