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Crítica de “Hecho en Inglaterra: las películas de Powell y Pressburger”: Scorsese y un sentido homenaje
Dirigido por David Hunton, este documental cinéfilo busca rescatar la figura de dos emblemáticos cineastas del cine clásico inglés: Michael Powell y Emeric Pressburger.
Martin Scorsese tiene una serie de documentales sobre cineastas: Cartas a Elia (A Letter to Elia, 2010) y Val Lewton: Un hombre entre sombras (Val Lewton: The man in the Shadows, 2007), o sobre la historia del cine en el que destaca la figura de cineastas: Un viaje personal con Martín Scorsese a través del cine americano (A personal journey with Martin Scorsese Through American Movies, 1995) y Mi viaje a Italia (My Voyage to Italy, 1999). Todas estas películas, no siempre dirigidas pero sí narradas por él en primera persona, tienen puntos en común. Primero el modelo implementado por los integrantes de la nouvelle vague: rescatar a los directores/autores del período clásico. Aquellos cineastas que lograron sortear las enormes limitaciones del período industrial y, así y todo, expresarse a través del lenguaje cinematográfico.
El otro punto es que todas están conectadas con su experiencia personal como director. Observaciones de dónde ubicaron la cámara o cómo utilizaron los diferentes recursos para lograr tal o cual efecto en el espectador. Pero también, cómo lo impactaron a él en su rol de espectador. La capacidad artística del film para conmover, reflexionar, escaparse de las convenciones narrativas y transportarse a otro mundo.
En esta línea, Scorsese, quien ya abordó el cine americano y el italiano específicamente, ahora llega al cine inglés con Hecho en Inglaterra: Las películas de Powell y Pressburger (Made in England, 2024). En el film, hace el clásico recorrido por la obra de esta dupla de directores británicos pero también aborda la representación del pueblo inglés.
Lo que más le interesa destacar al director de Toro Salvaje (Raging Bull, 1980) es la manera en que estos cineastas tuvieron libertad creativa dentro de una industria conservadora. Cómo hicieron para combinar arte subversivo, independiente y experimental, con éxito comercial a través de obras muy populares en su momento. Esa capacidad en un realizador es para Scorsese la verdadera esencia de un director. Un profesional que tiene que aceptar un trabajo pero a la vez, encontrar la forma de salirse con la suya.
El documental recorre la carrera y el trabajo en equipo de Michael Powell y Emeric Pressburger. En varias oportunidades, se menciona el aporte de cada uno en la confección de cada film. No faltarán los ejemplos audiovisuales y la interpretación analítica de Scorsese de Escalera al cielo (A matter of Life and death, 1946), Las zapatillas rojas (The red shoes, 1948), Coronel Blimp (1943), Los cuentos de Hoffman (The tales of Hoffman, 1951), películas hechas bajo la productora fundada por el dúo inglés llamada "The Archers".
Una vez separados como dupla creativa, Powell filmó en soledad El fotógrafo del miedo (Peeping Tom, 1960), la película de culto que anticipa trabajos de Brian De Palma, Roman Polanski y tantos otros. El trabajo de rescate y (re)descubrimiento es absoluto, e invita a ver o rever la filmografía de los directores. Grandes realizadores subestimados en su época y recién revalidados tiempo después.
Con Powell, además, Scorsese tuvo una profunda amistad, un formador en el cine pero también en la vida para el neoyorkino. Una relación de maestro-discípulo. Desde ese lugar personal aborda la obra de estos cineastas y brinda este sentido homenaje.
