Salas

Crítica de “Exorcismo”: El satánico show de Russell Crowe

Se trata de una película “metanarrativa” basada en los rumores sobre maldiciones acaecidas en los rodajes de “La profecía” y “El exorcista”.

jueves 27 de junio de 2024

Hace más de veinte años, La sombra del vampiro (Shadow of the Vampire, 2000) armaba su relato a partir de los rumores detrás del rodaje del clásico del expresionismo alemán Nosferatu (Nosferatu, eine Symphonie des Grauens, 1922). El comentario popular decía que el actor que interpretaba al chupasangre era realmente un vampiro y el director debía controlarlo para que no se “devore” al equipo técnico antes de finalizar el rodaje. 

La pregunta del millón es si ese rumor era cierto o una simple operación de marketing para promocionar la película, como sucedió con el supuesto video hallado que dio origen a El proyecto Blair Witch (The Blair Witch Project, 1999). La cuestión es que Exorcismo (The Exorcism, 2024), hace lo propio con los rodajes de films de terror religioso. En este punto, no es un dato menor que el director sea Joshua John Miller, hijo de Jason Miller, el actor que interpretó al padre Karras en la película de William Friedkin.

Russell Crowe es Anthony Miller, un actor encargado de personificar al sacerdote exorcista en un nuevo film del género, quien desoye las señales/advertencias (entiéndase extraños e inexplicables eventos sucedidos en el rodaje) dadas por el demonio. El tipo tiene una serie de tormentos personales que lo sumergen en la oscuridad interior, ¿quién mejor entonces para hacer carne la maldición?

Ahí empieza un show de Russell Crowe, quien parece dispuesto en este último tiempo a agarrar cualquier papel que le ofrecen. De alguna manera, el “cine dentro del cine” también aparece en su composición de actor rebajado a papeles miserables. Crowe hace de un actor en la curva descendente de su carrera mientras está él mismo en la curva descente de su carrera.

Pero antes de entrar en la clásica película de exorcismo (esa del ritual y sus clichés para sacarle el demonio al tipo), la presencia de Crowe transforma la película. El actor ganador del Oscar por Gladiador (2000) parece no tomarse muy en serio ninguno de sus últimos papeles en una suerte de Nicolas Cage en potencia. Su interpretación tiene un dejo de parodia, de una autoconsciencia del tipo “no vayas a tomarte muy en serio todo esto”. Algo que funcionaba perfecto en El exorcista del Papa (The Pope's Exorcist, 2023) y que aquí, hace agua por todos lados.

4.0
Te puede interesar
Últimas noticias
MÁS VISTAS