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Crítica de "Prima Facie": Julieta Zylberberg y una perspectiva desafiante
"Prima Facie," obra teatral escrita por Suzie Miller y protagonizada por Julieta Zylberberg bajo la dirección de Andrea Garrote, se alza como un desafío poderoso y perturbador que invita al público a cuestionar todos sus paradigmas y a replantear el funcionamiento del sistema judicial desde una perspectiva radicalmente diferente.
La trama gira en torno a una joven abogada que ha construido una carrera exitosa defendiendo a acusados de delitos de agresiones sexuales. Su dominio de las reglas del juego judicial es absoluto; disfruta de cada absolución conseguida y se enorgullece de su papel como un engranaje esencial en la maquinaria del sistema. Sin embargo, todo cambia drásticamente cuando se encuentra en el otro lado del estrado, obligada a enfrentar una realidad que desafía todo lo que creía conocer.
Julieta Zylberberg ofrece una interpretación magistral, con una intensidad y vulnerabilidad que atrapan desde el primer momento. Su transformación a lo largo de la obra, desde una abogada segura y arrogante hasta una mujer desmoronada por la injusticia y la violencia de género, es profundamente conmovedora. La dirección de Andrea Garrote es precisa y sin concesiones, guiando a Zylberberg a través de un viaje sensorial donde pone el cuerpo y deja el alma.
Prima Facie no es simplemente una obra de teatro; es una experiencia inmersiva y emocional que obliga a escuchar al testigo, a esperar, a disparar preguntas incómodas y a cuestionar nuestras propias creencias sobre la justicia y la víctima. La narrativa pone de relieve la brutalidad y la vulnerabilidad inherentes en los procesos judiciales relacionados con la violencia de género, y lo hace con una crudeza y una honestidad que son tanto necesarias como impactantes.
El texto de Miller es incisivo y audaz, exponiendo las falencias y los sesgos del sistema judicial con una claridad que deja poco espacio para la complacencia. La puesta en escena, minimalista pero efectiva, permite que el enfoque se mantenga en la narrativa y en la poderosa actuación de Zylberberg.
Prima Facie, un espectáculo arriesgado y perturbador, llega en un momento crucial, en medio de un creciente debate global sobre la violencia de género y la justicia. La obra no solo destaca la importancia de escuchar y creer a las víctimas, sino que también nos desafía a reevaluar cómo percibimos y tratamos a quienes buscan justicia en un sistema que a menudo les falla.
